Teresa Burga fue una artista multidisciplinaria formada en Lima, integrante de la escena de vanguardia de los años sesenta y pionera de la experimentación con tecnología y de la exploración de temas de género. Nació en Iquitos, en momentos en que su padre se encontraba trabajando para la Marina de Guerra del Perú. Cuando ella tenía dos años su familia regresó a Lima, en donde estudió la primaria y parte de la secundaria en el Colegio italiano Antonio Raimondi (de 1943 a 1950). En 1952, su familia regresó a Iquitos en donde su padre participó en la construcción de la base naval de Nanay. Burga terminaría sus estudios de secundaria en esa ciudad un año más tarde.
En 1954 ingresó a la Escuela de Pre-Ingeniería de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) en Lima. Al año siguiente ingresó a la Facultad de Arquitectura de la misma universidad. Tras dos años de estudios, Burga descubrió que su verdadero interés eran las artes plásticas, por lo que en 1957 se matriculó en la Escuela de Artes de la Universidad Católica. En 1960, se trasladó con su familia a París, en donde su padre sirvió como agregado naval del Perú en Francia. En los dos años que vivió en esa ciudad Burga estudió francés, llevó cursos de dibujo en la Académie de la Grande Chaumière y viajó a varias ciudades de Europa. En 1963, de regreso en Lima, Burga continuó sus estudios en la Universidad Católica, de donde se graduó en 1964.
En setiembre de 1965 presentó su primera individual titulada “Lima Imaginada” en la galería Cultura y Libertad, un conjunto de grabados y linóleos en donde representaba de memoria distintos espacios de Lima. En diciembre de 1965 presentó una serie de óleos expresionistas en la galería Solisol, acompañado de un texto de presentación del pintor Fernando de Szyszlo. Tan solo un año más tarde realizó una individual de pintura y grabados en madera en el Instituto Cultural Peruano Norteamericano en donde su uso de la técnica del collage revelaba ya una fuerte influencia del pop. Poco después se unió a otros artistas jóvenes para fundar el Grupo Arte Nuevo (1966-1968) con el deseo de introducir nuevas tendencias artísticas. Los integrantes iniciales del grupo fueron Luis Arias Vera (1932-2016), Gloria Gómez-Sánchez (1921-2007), Jaime Dávila (1937), Víctor Delfín (1927) –quien se apartaría del grupo después de la primera exposición–, Emilio Hernández Saavedra (1940), José Tang (1941-2006), Armando Varela (1933) y Luis Zevallos Hetzel (1933).
El carácter rupturista y renovador de Arte Nuevo generó numerosos debates y polémicas que agitaron la escena artística local. En ese contexto, Burga introdujo preocupaciones asociadas a temas de género a través de una obra pop que exploró la representación de la mujer en los medios de comunicación. Esto se vio claramente en su individual “Objetos” presentada en julio de 1967 en la galería Cultura y Libertad, en que la artista convirtió las salas de la galería en ambientes domésticos de una casa, como una sala, un baño o una habitación. Usando papel maché, tela y cartón, Burga ironizaba sobre la mujer vista como un objeto decorativo o de deseo sexual. Estos aspectos de su trabajo, sin embargo, no fueron atendidos por la crítica de arte en aquel momento.
En 1968, Burga recibió la beca Fullbright para seguir estudios de posgrado en el School of the Art Institute of Chicago (SAIC). Los dos años que la artista residió en Chicago coincidieron con un momento de convulsión social asociado a las luchas por los derechos civiles. Su trabajo se involucra progresivamente en lo que entonces se llamaba concept art o information art, así como la investigación con sistemas de información y tecnologías. Va abandonando componentes de composición pictórica para dedicarse a la producción de esquemas, planos y dibujos, tres de los cuales (Sail Boat that Permits to Compute Its Desintegration when Placed in the Water (Bote a vela que permite computar su desintegración al contacto con el agua); Work that Disappears when the Spectator Tries to Approach it (Obra que desaparece cuando el observador intenta acercarse); y Structures of Air (Estructuras de aire) se publican en la revista 70, que editó James Zanzi con los estudiantes del SAIC.
Tras terminar sus estudios en Chicago en 1970, la artista se trasladó a Hamburgo, en donde residió por casi un año junto con su hermana y produjo algunas piezas de arte conceptual en papel. A su regreso al Perú, la artista presentó Autorretrato. Estructura. Informe. 9.6.1972 en las salas del Instituto Cultural Peruano Norteamericano en junio de 1972. Esta pieza fue una de las obras más arriesgadas de la década. Burga presentó un corte transversal de su identidad personal a partir de dibujos, fotografías y registros médicos que incluían análisis de los componentes bioquímicos de su sangre, un fonocardiograma, un electrocardiograma y registros sonoros de los latidos de su corazón. Debido al uso de materiales no convencionales la obra fue recibida con escepticismo por la crítica. La artista incluso llegó a ser comparada con una computadora.
En 1974, en las salas del Instituto Cultural Peruano Norteamericano, Burga presentó 4 mensajes, posiblemente su obra más compleja de la década. Usando cuatro fragmentos extraídos al azar de la televisión nacional (el 27 de diciembre de 1973), la artista transformó estos contenidos usando proyecciones de diapositivas, película en 35 mm, grabaciones sonoras y textos mecanografiados. Su objetivo fue convertir el significado de estos ‘mensajes’ en otras formas de comunicación gráfica, audiovisual y sonora.
En esos años, el gobierno militar de Juan Velasco Alvarado impulsó un rechazo al cosmopolitismo y a la importación internacional, y fomentó el consumo de representaciones culturales de origen campesino e indígena, lo cual dio lugar a que las galerías comerciales retornaran progresivamente a lenguajes tradicionales como la pintura y la escultura . En ese contexto, Burga tuvo dificultades para exhibir y vender su arte experimental, por lo que en 1975 tomó un empleo formal en Aduanas (Servicio de Administración Tributaria Nacional), en donde trabajaría por cerca de treinta años realizando tareas de organización y clasificación de leyes a través de cuadros y esquemas que se acercaban mucho a la formalización de sus obras de arte conceptual. Durante ese periodo, Burga empezó también a tomar distancia de la escena artística, aunque eso no significó una interrupción total de su producción, pues continuó diseñando proyectos y dibujando, inclusive en los propios papeles que tomaba de su empleo asalariado. Uno de sus proyectos más ambiciosos no realizados fue Paisaje Urbano (1978-1979) que proponía un corte transversal del paisaje desde el centro de la Plaza de Armas hasta la Luna así como desde el centro de la plaza hacia el centro de la Tierra.
El último gran proyecto que exhibió en esos años, Perfil de la mujer peruana (1980-1981), fue realizado en coautoría con Marie-France Cathelat. Gestado en paralelo al retorno de la democracia tras doce años de régimen militar, el proyecto buscó reclamar la igualdad de género y colocar el tema en la agenda nacional. La colaboración entre Burga y Cathelat se consolidó a través de la creación de Investigaciones Sociales Artísticas (ISA) –bajo la dirección de Cathelat–,un intento pionero de enlazar las ciencias sociales con la investigación artística. El proyecto contó con la colaboración de veinticuatro empresas, cinco instituciones y dieciocho académicos e intelectuales que construyeron un complejo sistema de análisis sobre la situación de la mujer de clase media, entre los 25 y 29 años de edad. A través de un elaborado cuestionario estructurado en doce perfiles (Perfil Fisiológico, Perfil Psicológico, Perfil Afectivo, Perfil Social, Perfil Educativo, Perfil Cultural, Perfil Religioso, Perfil Profesional, Perfil Laboral, Perfil Económico, Perfil Jurídico Legal y Perfil Político), el proyecto ofreció una mirada exhaustiva de la participación y los roles de género en el contexto urbano. Los resultados de la encuesta se presentaron primero a través de gráficos e informes en el I Coloquio de Arte No Objetual y Arte Urbano organizado por Juan Acha en el Museo de Arte de Medellín (18-21 de mayo de 1981), y luego en una gran exposición en la galería del Banco Continental en Lima (16-20 de junio de 1981). La exposición en Lima fue acompañada de un libro homónimo que recogía los resultados de la investigación.
Por más de dos décadas, Burga permaneció alejada de las exposiciones. En 2005, la serie de xilografías Lima imaginada (1965) es reeditada por interés del curador Manuel Munive para la exposición “Lima inahabitada” en la Galería John Harriman. Su obra sería luego incluida en el libro de Emilio Tarazona Accionismo en el Perú. Fuentes para una primera cronología (1965-2000) (2006) y en la exposición de Tarazona y Miguel A. López “La persistencia de lo efímero. Orígenes del no-objetualismo peruano: ambientaciones / happenings / arte conceptual (1965-1975)” en el Centro Cultural de España en marzo de 2007. Allí se volvieron a presentar piezas importantes como Autorretrato. Estructura. Informe. 9.6.1972 junto a obras de arte conceptual en papel nunca antes exhibidas en Lima. Ambos curadores colaboraron luego en la organización del archivo de Burga, trabajo que sirvió de base para una primera exposición antológica titulada “Teresa Burga. Informes. Esquemas. Intervalos. 17.9.10” presentada primero en el Instituto Cultural Peruano Norteamericano y, con la colaboración de Dorota Biczel, en versión ampliada, en el Württembergischer Kunstverein Stuttgart bajo el título “Die Chronologie der Teresa Burga: Berichte, Diagramme, Intervalle / 29.9.11”. Junto a la exposición se publicó también el primer libro monográfico dedicado a su obra. A partir de entonces se despierta un gran interés internacional por su trabajo. Sus obras se incluyen en la 12a Bienal de Estambul (2011), en la 56a Bienal de Venecia (2015) curada por Okwui Enwezor, en la muestra “The World Goes Pop” (2015) en la Tate Modern de Londres, y en “Radical Women. Latin American Art, 1960-1985” (2017), curada por Cecilia Fajardo-Hill y Andrea Giunta en The Hammer Museum, Los Ángeles. Se presentaron también dos importantes exposiciones monográficas acompañadas de exhaustivos catálogos: “Estructuras de Aire” (2015) curada por Miguel A. López y Agustín Pérez Rubio en el Museo Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA) y “Teresa Burga. Aleatory Structures” (2018) curada por Heike Munder en el Migros Museum de Zurich.
Su retorno a la escena artística local e internacional desde el 2011, la incentivó a producir nuevamente. Durante una década de trabajo constante, la artista produjo centenares de dibujos, piezas escultóricas en madera y metal, instalaciones lumínicas y dibujos murales. Burga falleció en Lima en febrero de 2021 como consecuencia de la segunda ola de la pandemia de COVID-19.
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