Conocido como “mullu” en las lenguas quechuas, el Spondylus es un molusco que crece en las cálidas aguas del actual mar ecuatoriano. Debido a su ubicación en aguas profundas, su recolección solo es posible gracias a la labor de buceadores especializados.
Spondylus
Conocido como “mullu” en las lenguas quechuas, el Spondylus es un molusco que crece en las cálidas aguas del actual mar ecuatoriano. Debido a su ubicación en aguas profundas, su recolección solo es posible gracias a la labor de buceadores especializados.
Por Sergio Saez
El Spondylus fue explotado en los Andes prehispánicos desde fines del Periodo Precerámico (10000-1700 a. C.). Durante esta época, apareció en contextos arqueológicos de Caral (costa central peruana), Santa Ana La Florida (cerca de la frontera peruano-ecuatoriana) y en tumbas de la cultura Valdivia (Ecuador). Las investigaciones indican que en este periodo se instalaron talleres para procesar el Spondylus y convertirlo en cuentas, que luego se transformarían en adornos destinados al intercambio interregional.

En el mundo andino, el Spondylus se convirtió en un símbolo del agua y la fertilidad. Su presencia en las frías costas peruanas ocurría durante el Fenómeno El Niño, cuando las lluvias afectaban el clima de la costa y sierra andinas. En los mitos andinos, el mullu es considerado hijo de la Mamacocha, la diosa océano.

Como parte de las prácticas religiosas prehispánicas, el mullu era ofrendado en forma de fragmentos o polvo en las fuentes de agua para solicitar lluvias. Esta práctica tendría su origen en la creencia de que el mullu era la comida de los dioses, tal como se relata en el Manuscrito de Huarochirí: “Asi mandó [el Inca] que se le ofrendara comida, [pero Macahuisa) le dijo: “Yo no suelo comer estas cosas” y le pidió que le trajera mullo. Al recibirlo, inmediatamente lo comió haciéndolo crujir con un sonido de cap cap”.
La importancia comercial del mullu queda reflejada en las descripciones de los conquistadores, quienes vieron embarcaciones llenas de oro, tejidos y otros productos dirigiéndose a tierras ecuatorianas para intercambiarlos por mullu en forma de cuentas.

Gracias a estas descripciones se planteó la existencia de redes marítimas y terrestres dedicadas al comercio del spondylus. Una hipótesis señala que los mercaderes ecuatorianos llevaban sus productos por vía marítima hasta el puerto de Tumbes, lugar donde se han hallado talleres de procesamiento de mullu pertenecientes a la época Inca (1470-1532 d. C.), y desde allí se seguía el Qhapaq Ñan de tambo en tambo hacia el sur. Otra ruta terrestre se habría establecido desde el Horizonte Temprano (800-200 a. C.) por la sierra de Piura, desde donde se descendía a la costa de Lambayeque o se seguía por la sierra hacia sitios arqueológicos como Pacopampa. Hasta la actualidad no se conoce quiénes controlaban el comercio del spondylus en los Andes prehispánicos. Sin embargo, sí queda claro que los Chimú ocupaban un rol importante en la red de comercio debido al control que ejercían en la costa norte durante el Periodo Intermedio Tardío (1000-1470 d. C.).
En los frisos de los complejos palaciegos de Chan Chan se han encontrado representaciones estilizadas del spondylus y de los buceadores especializados en su recolección. Teniendo en cuenta la monumentalidad y exclusividad de estos recintos, el mullu adquiere un valor agregado, convirtiéndose en un objeto de lujo para las élites locales.

Fuentes:
Hocquenghem, Anne-Marie. 1993. “Ruta de entrada del mullu en el extremo norte del Perú”. Bulletin d'Institut Français d’Etudes Andines 22, 3: 701-719.
Murra, John. 1975. “El tráfico de mullu en la costa del Pacífico”. En John Murra, ed., Formaciones económicas del mundo andino. Lima: Instituto de Estudios Peruanos.
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