182 x 124 cm.
182 x 124 cm.
La Santísima Trinidad es un dogma católico que define la naturaleza de Dios como un ser indivisible, pero también compuesto por tres personas distintas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Este concepto tan complejo se explicó a partir de distintas formas, una de las cuales fue mostrar a las tres personas como figuras completamente iguales.
Varios pintores coloniales representaron el dogma católico de la Trinidad bajo la imagen de una sola figura con un rostro triple o tres rostros fusionados, los cuales suman cuatro ojos, tres narices y tres bocas.
Llamada “Trinidad Trifacial”, esta invención de origen medieval seguía vigente en América mientras era cuestionada y prohibida en Europa, donde apenas circulaba en estampas didácticas. Las autoridades eclesiásticas buscaban impedir su representación, pues temían que los creyentes tomasen la imagen de manera literal y concibieran a Dios como una criatura monstruosa. Sin embargo, en el contexto virreinal, primaba el sentido didáctico de la pintura. Al ser considerada un recurso eficaz para plasmar este misterio teológico, esta iconografía alcanzó una nueva vigencia.
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Plata repujada y burilada sobre estructura de madera
33 x 38 x 27cm. 3875 g.
Óleo sobre tela
155.5 x 105 cm.
Óleo sobre tela
128 x 90.5 cm.
Óleo sobre tela
186.5 x 135 cm. 210 x 158 cm. (c/marco)
Óleo sobre tela
82,5 x 56 cm.
Mixta sobre lienzo
109 x 80 cm.
Óleo sobre cobre
45 x 41.5 cm.
Óleo sobre tela
61 x 49.7 cm.
Elena Izcue
Acuarela sobre papel 5 x 19 cm.
Anónimo chino
Témpera sobre papel 26 x 16.5 cm.
Fernando de Szyszlo
Tríptico. Acrílico sobre tela 200 x 600 cm.
Elena Izcue
Acuarela sobre papel 10.1 x 10.2 cm.
José Alfonso Sánchez Urteaga
Acuarela sobre papel 50.4 x 32.6 cm.
José Alfonso Sánchez Urteaga
Témpera y lápiz sobre papel 22.2 x 17.2 cm.
Fernando de Szyszlo
Acrílico sobre tela 160 x 200 cm.
Luis Astete y Concha
Óleo sobre tela 26.5 x 38.5 cm.
Anónimo
Óleo sobre tela 205 x 147 cm.